Cuidar
el medio ambiente es un deber de todos y para poner en práctica ésta sana
costumbre nada mejor que hacerlo de forma constante y predicar con el ejemplo.
Anualmente, Argentina genera aproximadamente
13 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, de los cuales 3.7
millones pueden ser recuperados como materiales reciclables. Papeles y cartones
encabezan la lista, seguidos por plásticos y vidrios.
Diariamente sólo en la Ciudad de Buenos Aires se
desperdicia un total de 650 toneladas de materiales que podrían ser reutilizados.
Papeles y cartones encabezan la lista, seguidos por plásticos y vidrios.
Ante
esta problemática, desde hace muchos años en varias ciudades del mundo se
implementó la separación de residuos y la Argentina no es la excepción. En Buenos Aires y
Rosario, dos de las ciudades más importantes de nuestro país, desde hace un par
de años se puso en marcha un plan de separación de residuos urbanos divisibles
en dos categorías: reciclables y no reciclables aunque se espera ampliar la
cantidad de categorías conforme avance el programa.
Este
tipo de acciones nos alientan a comenzar a separar los residuos, sólo se trata de ponernos en
acción y distribuir los residuos en recipientes distintos según su nivel de
reutilización. Por un lado, los reciclables limpios y secos: como papeles, cartones,
botellas, plásticos, latas de gaseosa, etc. Por el otro, los no reciclables: residuos
orgánicos y húmedos.
En
Paladini instalamos Islas Ecológicas en los diferentes sectores de nuestra
planta. En las mismas, realizamos la separación de los siguientes residuos:
papel, cartón, metales, plásticos, madera, vidrio y residuos no recuperables. De
esta manera fomentamos la cantidad de residuo enviado a reciclaje y evitamos el
envío de material reciclable a los rellenos sanitarios.
Ahora,
cuando estemos a punto de tirar una botella de agua o un vaso térmico tenemos
que saber en qué contenedor debe ser depositado.
Este
tipo de acciones son las que nos permiten soñar con un planeta más limpio y un
ambiente más sano para nuestros hijos y nietos. Todo comienza haciendo costumbre
estas pequeñas acciones.