Fumar es perjudicial para la salud. Todos lo sabemos, sin embargo, el tabaquismo es un mal hábito muy arraigado en los argentinos. Además, tiene consecuencias en las personas no fumadoras ya que se convierten en “fumadoras pasivas” al estar en espacios contaminados con humo.
Para enfrentar este problema, desde fines del año 2003 el Ministerio de Salud de la Nación puso en marcha el Programa Nacional de Control del Tabaco. Sus objetivos son prevenir el inicio al consumo de tabaco, disminuir el consumo, proteger a la población de la exposición al humo de tabaco ambiental y promover la cesación. Hay un registro de empresas e instituciones con certificado de libres de humo de tabaco en las cuales está prohibido fumar en lugares cubiertos y descubiertos, así como en vehículos pertenecientes a la empresa y en eventos organizados por ella. La norma debe ser cumplida por empleados, gerentes, dueños y visitantes. Además, en sus salas no debe haber ceniceros, para no incentivar el hábito.
¿Y si ponés en práctica estas mismas normas en tu casa? Muchas veces no nos damos cuenta de que hay hábitos respetados en el espacio de trabajo que podemos trasladar a nuestros hogares. Tanto para incentivar a los fumadores a reducir la cantidad de tabaco consumida y a dejar el cigarrillo, como para respetar a quienes no fumen y no deseen convertirse en fumadores pasivos.
La planta de Paladini, ubicada en Villa Gobernador Galvez ha recibido la certificación de Empresa Libre de Humo de Tabaco en el año 2005 y tras obtener la tercera certificación, la misma es de carácter definitivo. Esto redunda en beneficios para los empleados y hacen del espacio de trabajo un medio laboral más seguro y confortable.